#LLUVIA XLIII (20/05/2015)
Hoy no tenías clase y por eso
decidiste quedarte un rato más en la cama. Te pusiste a pensar y no te gustó la
conclusión a la que llegaste. Pensaste en tu amiga y en los momentos en los que
la echabas de menos. Desgraciadamente solo eran cuando te sentías sola, y no
tenías a nadie más. Cuando te echaste un nuevo amigo, no te acordaste de ella
en ningún momento. Te sentías mal por no pensar en esto antes… muy mal. No
sabías cómo hacer para volver a ser amigas. Ni siquiera sabías si ella quiere
ser tu amiga de nuevo. Desde tu nueva forma de ver el mundo, esto no está bien.
Primero preguntar y luego, ya si eso, la soledad. Piensas que lo has hecho mal
y que tienes que arreglarlo.
¿Cómo?
#LLUVIA XLIV (21/05/2015)
Volvías de clase cuando te la
encontraste. Ella habló primero. Decía que se sentía mal por la pelea y que no
quería seguir así. Que no debió enfadarse así, además por un amigo que acababa
de conocer. Cuando terminó era tu turno y le contaste todo lo que sentías. Que
tú también le abandonaste por un nuevo amigo, que no debiste dejar que la pelea
fuese a más, que no te gustaba estar enfadadas,… que creías que solo querías
estar con ella por soledad,… tu nueva forma de ver el mundo. Tu amiga se rio
con que solo la querías por no estar sola y te contestó: “No lo creo.” Y le
pareció bien tu nueva forma de ver la amistad. Ella no lo hacía, y tal vez
alguna vez ella también lo llevase a la práctica. Lo que te sorprendió fue que admitió verte
también en el supermercado y tampoco te dijo nada. Sentiste alivio al instante.
Ella sentía lo mismo…
#LLUVIA XLV (22/05/2015)
A la mañana siguiente no dudaste
en volver a hablar con ella. E ir juntas al parque de perros para que el
pequeño descargara energías. También se alegraban de verse. Pasasteis allí toda
la tarde y todo pareció igual que siempre. Sentíais el aire puro del parque,
veíais a los perros correr, a Lluvia feliz, dueños de perros hablando entre
ellos,… Le buscaste por el parque con la mirada, pero nada. Hoy tampoco le ibas
a ver. Volvisteis del parque de perros y os fuisteis a tu casa a cenar.
Cocinasteis juntas y al terminar de cenar, se fue a su casa. Ya no te sentías
sola cuando tus amigos se iban. Veías el lado positivo. Llevabas tres días sin
coger el libro que te había regalado el casero. Se te había olvidado lo
interesante que estaba, pero pronto lo recordaste. Pasaste el resto de la noche
hasta la madrugada leyendo.
Leyendo nunca te sentías sola.
#LLUVIA XLVI (23/05/2015)
Llevabas mucho tiempo sin verle.
Empezaba a hacer buen tiempo y la lluvia ni se asomaba. Tenías la misma rutina
de siempre. Andabas por las mismas calles, ibas al parque de perros, cogías el
bus, ibas al mismo supermercado,… pero nada, ni rastro de él. No querías volver
a eso de obsesionarte con él otra vez, por lo que te fuiste a pasear con Lluvia
por la ciudad. No sabías el porqué, pero Lluvia te recordaba a él. Su sonrisa.
Sus ojos. Su pelo. Él en general. No sabías que hacer por volverle a verle y
por eso no hiciste nada. Andar por andar por la ciudad era maravilloso. Había
ruido y te sentías nadie. La gente pasa a tu alrededor, pero ni te miran. Solo
eres una hormiga más en esta gran ciudad.
Hormigas guerreras.
#LLUVIA XLVII (24/05/2015)
Volviste a quedar con tu amiga y
esta vez hablasteis sobre si alguna tenías novio. Todo puede cambiar en un
instante. Pero no, nada de instantes. Igual de solas, bien acompañadas de una
misma. Ella estaba todavía dándose un tiempo a sí misma después de la ruptura.
Quería volverse a querer y mimar. Y tú tampoco querías compañía de esa forma.
Os fuisteis las dos al cine, donde no había nadie. Os pasasteis toda la
película comentando en voz alta, porque sabíais que no ibais a molestar a
nadie. La película era de esas románticas. Pensasteis como que os faltaba un
hombre de “verdad” en vuestras vidas os tendríais que conformar viendo y
soñando con los chicos de las películas.
¿Dónde te escondes?
#LLUVIA XLVIII (25/05/2015)
Esta vez tu amiga se quedó a dormir. Visteis
otra película juntas y después dormisteis las tres juntas otra vez. Desde que
os habíais vuelto a reconciliar pasabais un montón de tiempo juntas. Y os
encantaba a las dos. Incluso Lluvia era más feliz. No has vuelto a hablar con
tu amigo desde que habías dejado a Tambor en su casa, pero necesitabas hablar
con tu amiga. Otro día hablarías con él. Ella fue quien saco el tema de tu
amigo y tú lo hablaste de lo más normal posible. Le dijiste que llevabas unos
días sin verle y que no sabías nada de él. Ella te contestó que su amigo, el
gay, se había enfadado con ella cuando le contó que volvíais a ser amigas y que
ya no se hablan. Te eligió a ti en vez de a él. Los amigos, los de verdad, no
te hacen elegir. En eso las dos coincidíais. La diste un abrazo al escuchar
esto, pero la dijiste que tú sí querías seguir hablando con tu amigo y ella lo
aceptó. No la importaba.
Tampoco le caía mal.
#LLUVIA XLIX (26/05/2015)
Por la mañana las dos os
levantasteis por una extraña razón con ganas de hacer algo y os pusisteis a
limpiar. Empezasteis por la cocina, luego la sala de estar, los baños, y por
último, tu habitación. La verdad es que tu casa no estaba muy sucia, pero
necesitabais hacer algo. Viste las dos cartas, que todavía no habías leído en
tu mesilla. La que te dio el veterinario y en la que ponía “Para la dueña de
Lluvia”. No sabías quien había mandado esa última y ya ni te acordabas de
ellas. Las moviste de sito prometiéndote a ti misma, otra vez, que luego las
leerías. Las dejaste encima de la cama. Y seguisteis limpiando. Cuando todo
estuvo limpio, fregaste toda la casa y para que se secase antes abriste algunas
ventanas y os fuisteis a dar un paseo con Lluvia. En la casa hubo una corriente
de aire que hizo que las cartas cayeran debajo de la cama.
Cartas olvidadas.
AMAIA:
Casi llegamos a los 50!!!! No he cumplido lo de escribir todos los días un capítulo, pero me conformo con acabar la historia. Pasado mañana viernes subo aquí, el vídeo de la intro de #Llueve. Pronto haré más videos....
Buenas noches!!! :)
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