jueves, 23 de julio de 2015

#LLUEVE LXXI-LXXVII

#LLUVIA LXXI (17/06/2015)

Después de hablar con él ayer. Hoy habéis vuelto a quedar en el parque de perros y te dijo que esta vez le tocaba a hablar a él. Os volvisteis a sentar juntos en el banco y empezó su aclaración. Te explicó que cuando era pequeño no le tenía miedo a nada, pero que cuando tenía diez años un perro le atacó y que desde ese día tiene miedo a los perros. Ibas a reprocharle cuando te calló y siguió hablando. Entiende que Llueve es muy pequeño y que además era buen perro. Pero no podía explicarlo tenía miedo y era inexplicable, su miedo no discriminaba. Cuando terminó se rio y te dejo contestarle. Le dijiste que le ayudarías a superar su miedo y que ya había dado el primer paso al venir hasta allí.
Amigos.


#LLUVIA LXXII (18/06/2015)

Volvisteis los tres amigos a quedar de nuevo y esta vez hablasteis del chico miedoso. No sabes exactamente porque, pero tus amigos le preferían a él antes que al chico misterioso que solo veías cuando llovía. Tú solo podías pensar en que cada uno tenía algo especial, os unían cosas diferentes. Ellos te preguntaron que a quien preferías y tú no contestaste, pero ellos ya lo sabían. Se miraron a los ojos y se rieron, pasaba algo entre estos dos. Se entendían mucho sin decir palabra alguna. Os fuisteis los cuatro al parque de perros y les contaste lo que pasó ayer.
Recuerdos de un día.


#LLUVIA LXXIII (19/06/2015)

Hoy querías pasar el día sola. Bueno, con Lluvia. Y os fuisteis los dos al parque de perros. Como siempre Lluvia corrió durante horas e hizo nuevos amigos, uno especial. Que te llevó a ti también a hacer un nuevo amigo especial. El perro era un mastín gigante, aunque solo fuese un cachorro. Su dueño era rubio, tenía los ojos vedes y una sonrisa encantadora. Te presentaste y os pusisteis a hablar, cuando llevabais un rato decidisteis sentaros en el césped y seguir hablando. Además de guapo era simpático y majo. Llevaba poco tiempo en la ciudad y todavía no había conocido a nadie.
Eras la primera.


#LLUVIA LXXIV (20/06/2015)

El miedoso te llamó y te invitó a tomar un helado, ya que el calor empezaba a invadir la ciudad. Tú aceptaste y te llevaste a Lluvia contigo. Se rio cuando te vio aparecer y sobre todo cuando vio a Lluvia. La acarició y te sorprendiste nunca le había tocado. Hoy estaba muy contento y no paraba de hablar. Se iba de vacaciones con su familia a la playa y estaba entusiasmado porque nunca había estado. Tú le escuchabas como desbordaba de emoción. Te invitó a ir con él, pero tú le tuviste que rechazar porque ya habías quedado con tus amigos para ir a otra playa. Puso cara triste, pero solo le duró unos segundos. Os fuisteis a dar un paseo por la ciudad los tres juntos.
Amigos.


#LLUVIA LXXV (21/06/2015)

Volviste al parque sola y te encontraste con el chico guapo, rubio, ojos verdes, sonrisa encantadora, simpático, majo,… Os visteis de lejos y os acercasteis los dos. Buscaste con la mirada al pequeño grandullón y no le encontraste. Se dio cuenta de que lo buscabas y te dijo que hoy había venido solo. Su perro estaba enfermo y no podía salir de casa, pero que a él le apetecía salir de casa. Le preguntaste cómo le iba, si había hecho más amigos. Seguía sin conocer a nadie más que ella. Le preguntaste si no se aburría de estar tan solo y te respondió que vivía con su hermana y que pasaba el tiempo con ella. Deseaste que el pequeño se recuperase y os despedisteis.
Tú nunca has sabido que es tener un hermano.


#LLUVIA LXXVI (22/06/2015)

Volviste a quedar con el miedoso, pero esta vez le llamaste tú. Volvisteis a tomar helado, pero sin Lluvia. Hoy no quería moverse de su camita. A veces tiene días perezosos y tú simplemente le dejas descansar. Aunque Lluvia no había venido, fuisteis al parque de perros para que por fin tuvieses que dejar de llamar miedoso. Allí te encontraste con el rubio y os saludasteis desde lejos, pero ninguno os acercasteis al otro. Os sentasteis a la sombra del árbol en el césped. Está raro desde que visteis al rubio. Le preguntaste si pasaba algo y te dijo que no.
Pero pasaba algo.


#LLUVIA LXXVII (23/06/2015)

Llevaba todo el día lloviendo y tú no habías salido de casa porque además había tormenta con un viento fuerte. La tormenta te obligó a bajar todas las persianas para que no se rompieran los cristales. Cerraste todos menos la de la sala de estar. Al final de la noche decidiste que también tenías que cerrarlo. Cuando ibas a hacerlo le viste en su ventana mirando la nada. Estaba perdido en sus pensamientos. Estuviste un rato mirándole cómo miraba la calle, pero te daba la sensación de que no estaba prestando atención a la calle. Sino a sus pensamientos. Después de un rato cerraste la persiana.
Sigue igual.

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