Ya sé que hoy tocaba escribiros sobre historias que he comenzado a escribir, pero es imposible.
Por eso más bien hoy os voy a escribir de mi experiencia con la escritura y otro día os hablaré de mi experiencia con la pintura.
No recuerdo la edad exacta con la que empecé a escribir (de forma creativa), pero creo que fue a partir de los nueve años, cuando me mude de provincia. Creo que fue mi manera de soportarlo.
Siempre me pasaba lo mismo: comenzaba una historia y no la terminaba. Eso ha cambiado más o menos hace dos años y ahora termino lo que comienzo, pero siempre tengo la duda si terminar lo que empecé o dejarlos... Sería un trabajo a tiempo completo: terminar lo empezado y seguir con lo nuevo. Pero desgraciadamente no tengo tiempo...
Mis historias tienen un poco de todo: amor, drama, misterio,...
Como ya he dicho yo no escribía para que nadie lo leyera (he llorado para que alguien no leyese lo que escribo), escribía para desahogarme y porque me evadía de la realidad.
Nunca, hasta ahora, dejaba que nadie leyese lo que escribía porque tenía miedo a que no fuese bueno, a las críticas, sobre todo malas,... pero me gusta escribir y creo que dejar que alguien lea lo que escribo me permite seguir escribiendo.
Creo, me da la sensación, de que por mucho que escriba, no me va a dar tiempo en mi corta vida, a escribir todo lo que pasa por mi mente y me inquieta.
Necesito tiempo y a veces lo malgasto en tonterías...
Escribí hace unos días en la pestaña de MIS HISTORIAS TERMINADAS los que están terminadas. Cuento de qué tratan un poco y dónde lo podéis encontrar, si es que se puede.
Aloha!!! :)
La próxima semana: películas... (la última, después será racionado, lo prometo.)
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