miércoles, 16 de marzo de 2016

L5 #7: "SOL"

Aunque el fin de semana no fue muy bueno gracias a las citas, el domingo a partir del mediodía fue genial con Sebas y Lucas. Ellos sí lo pasaron bien.
Sebas volvió a desayunar a casa, ninguno de mis padres estaba. Sebas había aparecido con una bolsa de bollos que le había dado Lucas esta mañana cuando se ha pasado por su casa. Como no había moros en la costa nos lo comimos.
Nos fuimos andando a clases y llegamos temprano por lo que nos sentamos en el césped donde los rayos de sol nos daban de lleno. Cuando todavía no nos habíamos acomodado aparecieron las demás.
Estuvimos un rato mirando a la gente pasar, entre ellos estaba Lucas, que cuando nos vio nos saludó con la mano y al que todos saludamos de vuelta.
Quedaban diez minutos para que comenzaran las clases y nos movimos lejos del césped. Ada y Jess se fueron al baño, Sia se encontró con un amigo y se pusieron a hablar de cosas que yo no entendía. Así que Sebas y yo seguimos andando por el pasillo. De repente Sebas se fue medio corriendo, sin decir nada. Y cuando vi a David entendí porque.
Se acercó y me sonrió.
-Siento lo que pasó en la fiesta. Fui una cotilla y no debí preguntar por algo tan personal cuando era la primera vez que hablábamos.
Todavía recuerdo su cara mientras se iba en la penumbra.
-No. El que debería pedir disculpas soy yo. Es normal tener curiosidad por el nuevo. Espero que no te sentara mal, no tenía un buen día.
-No tiene que ser fácil ser el nuevo, perdona. Me puede la curiosidad.
-No pasa nada. Te contaré poco a poco.
Entramos los dos en clases, la mayoría ya estaban en sus sitios. Nos quedamos de pie delante de su mesa.
-Estoy acostumbrado a ser el nuevo. He cambiado de colegio siete veces y dos veces de universidad. Uno se acostumbra hasta para las cosas malas. Otro día te cuento porqué y así tenemos una excusa para hablar otro día...
Iba a contestar cuando nos interrumpió Sol:
-Hola cariño.
Me ignoró completamente. Y se abalanzó encima de él.
Sentí que sobraba y me senté en mi sitio.
La clase se me hizo insoportable, el profesor intentaba llamar la atención de Sol y esta no paraba de mirar hacia atrás, supongo que a David. Yo evité mirar para atrás toda la mañana.
En un cambio de hora Jess me preguntó:
-¿Desde cuándo esos dos están juntos? No pegan nada.
-No lo sé.- Se notaba en mi voz que me fastidiaba.
-No te preocupes, no van a durar. Míralos. Ella parece que se ha pegado a él con pegamento mientras él quiere huir. En clase de vez en cuando te miraba.
Lo único que pude hacer al escucharlo fue suspirar.
Mis amigos ya sabían que me gustaba, yo ya lo había admitido. ¿Lo sabía él? Me sentí mal cuando vi sus ojos a punto de llorar por una pregunta que hice, me sentí muy bien cuando volvimos a hablar y nos "reconciliamos" y ahora me vuelvo a sentir como una mierda, más bien invisible, gracias a Sol. No entiendo nada. ¿Cuándo se han hecho novios? ¿Se habrán acostado? Con la reputación de Sol, seguro que sí, ¿habrá querido él? ¿Serán tal para cual? ¿Debería sentirme así?
Me ha dicho que no me iba a decir la razón de sus traslados para poder hablar otro día, ¿y si solo era una forma de no contármelo, de escabullirse?
No sé.
Vuelvo a clase. La última. Nos tuvimos que poner por parejas para hacer un pequeño trabajo en clase. No nos dejaron elegir, teníamos que hacerlo con la persona que estaba a nuestro lado.
Era un chico, creo que se llama Logan.
Desde que tengo el grupo de amigos, no me relaciono mucho con los demás, soy feliz con lo que tengo.
Hicimos el trabajo sin salirnos de él y nos despedimos sin más.
Sebas no había terminado, mientras las chicas ya se habían ido. Le esperé fuera de la uni, pero tardaba mucho. Cuando pensaba irme vi como David venía solo. Me dieron ganas de salir corriendo, pero no lo hice porque se daría cuenta.
Esperaba que me ignorase, pero no fue así.
-Hola Noa.
-Hola.
-Sebas me ha dicho que te diga que ya se va a casa solo, que hoy no te podía acompañar, que le disculpes.
Qué raro.
-Me ha dicho que te acompaña siempre a casa, si quieres te acompaño yo.
¿Tengo alguna elección?
-Sí, claro.
Me puse a andar sin esperar respuesta por parte de él. Al poco rato estaba a mi lado. No quería hablar con él, estaba molesta.
-Noa... quería pedirte disculpas por Sol, a veces se comporta... y yo no sé qué hacer. En la fiesta después de hablar contigo me la encontré y pasamos el resto de la noche juntos y al final me pidió ser su novio. Ella es celosa.
Y tú y yo solo somos amigos...
-¿Ella te lo pidió a ti?
- Sí.- no sé porque, pero se estaba riendo.
Ya habíamos llegado a la puerta de mi casa.
-Adiós- dije mientras abría la puerta de mi casa. Esperaba otro adiós.
-¿Me vas a dejar de hablar?
Me di la vuelta y le miré.
-No.
Sonrió y se fue mientras soltaba un adiós.
Comí tranquila y sola. Mi madre seguía en el instituto y mi padre en la panadería.
Llevo pensándolo mucho y no sé si contar a mi madre lo que mi padre piensa de los gais. No creo que mi madre se lo vaya a tomar bien. Él actúa como si nada pasase, pero a mí no se me va a olvidar.
"¿Sebas tienes algo que contarme? Noa"
"No. Sebas"
"¿Seguro? Hoy me has abandonado sin previo aviso. Noa"
"Ven a casa de Lucas y hablamos de lo que quieras. Sebas"
Me mandó la dirección al móvil y fui.
Decidí subir por las escaleras, cuando ya había llegado a la planta que era me encontré con David.
-Hola David.
-Hola Noa. ¿Qué haces por aquí?
-He venido a ver a un amigo, ¿y tú?
-Vivo ahí- dijo señalando una puerta- Me tengo que ir, nos vemos otro día.
-Sí, claro.
Debería de dejar de decir siempre esas dos palabras y ser más original: "Sí, claro."
Cuando iba a tocar el timbre, la puerta se abrió sola...
-¿Habéis estado espiando?
Detrás de la puerta aparecieron Lucas y Sebas.
-No- contestaron los dos a la vez mientras se reían.
Nos sentamos en el sofá y antes de que me hicieran ellos las preguntas, las hice yo:
-¿Por qué no me has acompañado hoy a casa, Sebas?
-Lo iba a hacer, pero justo cuando salía de clases David me preguntó dónde estabas y pensé que preferiríais estar solos.
Lo sabía.
-Pues yo no quería hablar con él.
-¿Por qué?- me preguntó Sebas.
-¿Pasó algo en la fiesta?- dijo Lucas.
-No. Cuando nos fuimos estuvimos poco tiempo en el salón, porque no nos escuchábamos gracias a la música. Nos fuimos al jardín y allí hablamos cuatro palabras. No sé qué hice, pero se fue. Hemos habado un par de veces de cosas sin importancia. Cuando me acompañó a casa me contó que Sol le pidió salir y él aceptó el día de la fiesta.
-¡¿Con esa guarra?!
Lucas se asustó, porque no esperaba que Sebas gritase.
-Sí. No sé me da la sensación de que no quiere estar con ella, simplemente le pilló en un mal momento.
-Eso está claro, solo hay que ver cómo te mira.
¿A qué se refiere Lucas con eso? ¿Le gustaré también?
Me fui a casa pensando en esto y otras cosas.
En la cama a media noche, otra vez, no podía dormir. Recuerdo la primera vez que le vi y me pareció que nunca le conocería, pero ahora hablo con él cada vez que nos vemos.
Pero tenía novia.
Me dijo que algún día me contaría su vida y que así nos volveríamos a ver.
A su novia seguro que no le gusta esto.
A mí sí.
Me dormí con su imagen en mi cabeza.
Al día siguiente...
Me había ido al baño en un cambio de hora y como iba pensando en mis cosas, me despisté y terminé en una parte de la uni donde nunca había estado, por lo que no sabía volver. No me lo podía creer después de dos años.
-¿Noa?
Me di la vuelta y ahí estaba David.
-Hola David.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo como cada vez que escuchaba su nombre, incluso cuando era yo quien decía su nombre.
-¿Qué haces por aquí?
-Bueno...
-¿Te has perdido?
-No exactamente. Estamos en la facultad.
Se rio con mi broma.
-Entonces no necesitas mi ayuda...- se volvió a cámara lenta.
-No espera- me puse a su lado- Lo admito me he perdido en la facultad.
Se rio.
-Yo te salvo.
Fuimos en silencio por los pasillos hasta mi clase. Nos quedamos los dos quietos delante de la puerta. Llegaba tarde.
-Gracias, David.
-Salvada, hasta luego.
Entré a clase pidiendo disculpas al profesor por llegar tarde.
Ese mismo día a la tarde...
Hoy tocaba volver a la panadería con mis padres. A veces mi madre quiere que pasemos tiempo juntos y como mi padre no para de trabajar, me tocaba pasarme toda la tarde en la panadería. La verdad no estaba tan mal. No entraban muchos clientes y los que entraban ya los conocía y eran majos. Lo malo era que no había muchas cosas que hacer por allí, hoy vinieron pocos clientes. Mi padre se empeñaba en abrir por las tardes. Más de una vez he pensado que para mantenerse ocupado.
Lo que sea...
Mi madre y yo nos quedaos solas en la trastienda.
-Hola cariño- me dijo mientras me besaba como una madre solo sabe hacer.- ¿Qué tal todo?
Nos sentamos al lado del horno.
-Bien mama, la uni va bien.
-¿Y qué tal tu amigo Sebas? Le veo menos. ¿Pasa algo?
-No, nada. Tiene un nuevo novio y pasan tiempos juntos.
-Oh, qué bien. Dile que puede seguir viniendo a desayunar a casa cuando quiera con su novio.
-Se lo diré cuando lo vea.
-¿Y tú, no tienes a nadie especial en tu vida?
Mierda.
-Mamaaaá...
-O sea que me puedes hablar de los novios de tus amigos, pero no de los tuyos. Si ya he conocido a alguno.
-Ya mamá. Ahora estoy bien sola.
-Vale cariño.
Es verdad lo que dice mi madre, pero siempre le hablaba de mis novios cuando ya lo eran y llevábamos un tiempo saliendo. Todavía es pronto para hablarla sobre David...
Le había dicho a Sebas lo que me había dicho mi madre y vino a desayunar, solo. Mi madre se pasó todo el desayuno preguntándole todo tipo de detalles y Sebas le contestaba todo, parece que no le importaba.
Otro día más fuimos andando a la facultad:
-Siento si mi madre ha sido muy pesada, pero se emociona con estas cosas.
-No pasa nada. Está bien que alguien se preocupe de mí.
Sé que lo decía por su madre, no pregunté nada sobre el tema, porque ya lo había intentado y no había conseguido nada. Nos separamos: él se fue a ver a Lucas y yo a ver si me encontraba con alguien...
Me encontré con alguien que prefería no encontrarme:
-Hola Noa.
-Sol.
Parece que ahora no soy invisible.
-¿Qué quieres?
-¿Yo?- se rio- Que te alejes de mi novio.- se acercó mucho a mí- No quiero que hables con él.- se me escapó una risita nerviosa- ¿Te ríes? No tiene gracia. No te vuelvas a acercar a mi novio o contaré tu secreto a tus amigos.
-¿Qué secreto? No sé de lo que me estás hablando.
-¿No recuerdas lo que ocurrió con tu primer novio? Yo sí.
Se fue mientras yo me quedé congelada en el sitio.
Nunca había hablado con nadie de eso. Me he pasado estos años evitando hablarlo con mis padres y ocultándoselo a todos mis amigos. No sé cómo se ha podido enterar de eso.
Lo había olvidado. Lo había enterrado en el fondo de mi corazón y ahora ha resurgido. El dolor del primer amor y la pérdida de él.
¿Cómo se había enterado Sol?
Lo ha conseguido.
Me ha alejado de él.
Siempre.
Por la tarde me tocó volver a la panadería, pero solo estaba mi padre. La verdad no había vuelto a tener una conversación seria con él. Lo ignoraba todo lo que podía.
-Cariño, sé que me odias, pero entiéndeme. Me enseñaron que un hombre solo puede querer a una mujer y que si no era así, no estaba bien. No puedo cambiar mi manera de pensar en un día para otro.
-¿Por qué estás con mamá? Ella no piensa así.
-Lo sé.
La conversación se terminó, no entendía nada.
Cuando Sebas volvió a desayunar, por primera vez desayunamos los cuatro juntos, era muy raro. A Sebas le sorprendió. Me pasé toda la mañana intentando evitar a David y mis amigos se dieron cuenta.
-¿Estás bien Noa?- me preguntó Ada.
-Llevas toda la mañana evitando a David.-Jess.
-Está todo bien.
No quería mentir a mis amigas, pero no estaba preparado para contarles mi pasado.
Lucas y Sebas me invitaron a casa de Lucas con los demás a pasar la tarde, pero no fui porque sabía que David era su vecino. No quiero correr riesgos. Pero mi madre me mandó ir a casa de una amiga, donde había dejado su chaqueta. Después de negarme un rato, tuve que ir.
Cuando ya había cogido su jersey y negarme diez veces a quedarme a merendar, volví con la mala suerte de encontrármelo. Intenté ignorarle, pero insistía mucho.
-¡Noa!- me agarró del brazo y grité:
-¡Qué!- me soltó enseguida.
-No te enfades, solo quería hablar contigo.
-¿De qué?- le pregunté de mala forma.
-¿Po qué estás así conmigo?- me daba pena hablarle así y ver su cara.
-Porque no eres el único que tuvo vida personal antes de llegar a la universidad.
-¿Y qué tiene eso que ver conmigo?
-Sol me dijo que me alejara de ti sino se lo contaría a todos.- no me había dado cuenta de que gritaba.
-No te tienes que preocupar de eso ya, Sol y o no estamos juntos ya.
-¿Por qué?- lo dije casi en un susurro.
-Me enteré de que se tiraba a un profesor para aprobar. Cuando fui a preguntárselo para saber si era verdad, me lo contó. Después de discutir, la dejé. Sus excusas no me valen. Sol lo tomó muy mal.
Me lo puedo imaginar.
No sabía qué pensar.
No están junto, pero Sol sigue sabiendo mi secreto. Y lo puede contar.
Me acompañó en silencio hasta casa.
Nos despedimos con la mano, sin palabras.
Estaba soltero...
Y seguí gustándome.

No hay comentarios:

Publicar un comentario